La gente se ha acostumbrado a hacer del trabajo una especie de rutina diaria. Nadie se da cuenta de que el trabajo debe ser todo menos una rutina. Si todos se dieran cuenta de que el trabajo refleja pasión y esfuerzo, apuesto a que siempre veríamos sonrisas en lugar de caras aburridas en nuestro camino al trabajo. Nosotros no
Para la publicación de hoy, me gustaría presentarles a Mario. Un hombre que te mostrará cómo el trabajo es un proceso de pasiones construidas en sueños y no una rutina, porque Quito está lleno de gente como él, gente que trabaja y ama.
¿Alguna vez ha mirado un mueble y se ha preguntado alguna vez su historia? Honestamente, no creo que nadie haya hecho eso en su vida. La verdad es que una vez que tenemos algo, no cuestionamos su pasado sino su presente, desde el momento en que lo posees en adelante.
Mi respuesta nunca hubiera cambiado si no hubiera conocido a Mario, el hombre que me hizo ver la madera como arte. Para que me entiendas, probablemente tendrás que entender su historia.
La madera ha rodeado a Mario toda su vida, pero fue hace veinte años cuando decidió hacer de la madera una parte de su vida. Aunque no tenía la cantidad de dinero deseada para comenzar su negocio, decidió arriesgarlo todo. Algo dentro de él le dijo que todo iba a estar bien, que todo iba a estar bien y así lo hizo.
Para Mario, la madera es lo que lo mantiene vivo, y te puedo asegurar que si lo hubieras mirado a los ojos mientras decía esas palabras, le creerías tanto como yo.
Mario cree que cada uno de nosotros tiene una esencia radiante dentro de nosotros, una esencia que no se puede tocar ni herir porque es lo más puro que uno posee. Esa pureza y esa luz merecen ser conocidas por el mundo entero, y por eso Mario eligió la madera como su lienzo para mostrar la esencia de las personas.
El hecho de que pueda convertir algo viejo, rústico y antiguo en algo vívido es lo que impulsa sus días.
Toda esa pasión, todos esos sueños son luego delicadamente cuidados por Mario. Desde el momento en que elige la madera hasta el momento en que talla cada pequeño detalle mientras la pule, Mario nos muestra lo hermoso que es el trabajo.
“Mario es parte de nosotros, es ILLA, y no podríamos estar más felices de tener gente feliz creando felicidad para las almas felices”.
