El viaje se define como la acción de realizar un viaje, normalmente de cierta duración o al extranjero. Las razones para viajar son muchas, como conocer una nueva cultura, nuevas personas, nuevos lugares y nuevos contextos. Hay muchas formas en las que podemos viajar como el avión, los cruceros, la aventura, la mochila, entre otras. La verdad es que el principal componente que todos necesitamos para viajar es simplemente voluntad e iniciativa.
Hoy en día, muchas generaciones han cambiado el concepto de viajar y han hecho famosas tendencias como el mochilero o el autostop en la industria de los viajes. Aunque los dos viajes mencionados anteriormente son experienciales e interesantes, hay un tipo de viaje que destaca sobre los demás: los viajes de lujo.
Hace décadas, el término lujo solía asociarse a gran comodidad, mayores cantidades, extravagancia y negocios principalmente. Sin embargo, a lo largo del tiempo se nos ha enseñado lo contrario. Por ejemplo, hoy en día el lujo puede estar directamente relacionado con el tiempo. Para muchas personas tener tiempo real es sinónimo de lujo; tiempo para estar con sus seres queridos, tiempo para trabajar en algo que te apasiona, tiempo para cenar con quien no te deja dormir cada noche. Está claro que el lujo se ha transformado en un nuevo concepto, en un término que representa la esperanza, la pasión y el amor.
El lujo en el sector de los viajes
Ahí es donde entran en juego los viajes de lujo. Esta categoría de viajes está cambiando constantemente y evolucionando hasta convertirse en una opción disponible para todos los huéspedes que quieran experimentar algo diferente y especial. A través de los viajes de lujo, uno puede sentir cosas diferentes que no puede sentir de otra manera.
En primer lugar, la relación con el cliente es más profunda y real. Se cuidará a las personas porque son importantes y todos los que les rodean saben que todos son importantes y por eso se tratarán de tal manera que el respeto y la atención son primordiales.
Sin embargo, este concepto de viaje de lujo era nuevo para muchos destinos del mundo, incluido Ecuador. Antes los ecuatorianos pensaban que la cantidad era una buena referencia para mostrar la eficiencia del turismo. Sin embargo, el tiempo fue el único que demostró a toda la población, y sigue haciéndolo día a día, que la eficiencia y la eficacia del turismo se pueden evaluar mejor a través de la calidad.
Por ello, los estándares de calidad han aumentado desde entonces a través de diferentes hoteles, restaurantes y espacios públicos. Ecuador como país y como destino se ha vuelto más consciente de ofrecer un servicio e infraestructura de buena calidad a todos sus huéspedes y a su propia gente.
La evolución de Ecuador en los viajes de lujo
Hoteles como el Illa Experience Hotel, el Hotel del Parque, entre otros, sirven de prueba para evidenciar cómo Ecuador está creciendo como destino y como país en sí mismo.
Gracias al turismo se han creado muchos puestos de trabajo porque eso es lo que pasa con el turismo, el chocolate que recibes en tu habitación de hotel pasó por todo un gran proceso que involucró a muchas personas y por ende a muchas familias con un lugar de trabajo. Los viajes de lujo potencian esa ayuda proporcionando aún más puestos de trabajo, ya que son este tipo de pasajeros y huéspedes los que les gusta ir un paso por delante porque saben que el lujo va mucho más allá de una bonita habitación de hotel. Dicho esto, aún más personas se unen a este efecto multiplicador, lo que significa que más personas tendrán un trabajo y muchas familias tendrán un plato para comer en su mesa.
Además, gracias a los viajes de lujo muchos ecuatorianos pueden apreciar más su país. Aunque no parezca realista, es completamente cierto que los ecuatorianos, al igual que muchas otras personas, sólo aprenden a atesorar y apreciar lo que ya han tenido durante toda su vida, después de que otra persona lo haya apreciado o incluso vislumbrado. Los viajes de lujo son probablemente uno de los tipos de turismo que implican a personas que ven el turismo desde una perspectiva diferente, desde ojos diferentes. De ahí que consigan cuidar cada pequeño detalle con más pasión y amor. Detalles como estos demuestran a toda la gente cómo apreciamos el trabajo que hacemos y nuestro destino, Ecuador.
Ecuador es un país nuevo en comparación con los grandes países cosmopolitas, de ahí que los estándares turísticos sean diferentes a los del resto del mundo. Una gran cama, un gran baño y una buena infraestructura es como se percibía y representaba antes el concepto de lujo. Sin embargo, muchos innovadores y visionarios han cambiado estas normas. El iLLA Experience Hotel, por ejemplo, es un nuevo hotel que acaba de abrir sus puertas al público en diciembre de 2017. Este hotel de 10 habitaciones está situado en el centro de Quito, en un pequeño barrio llamado San Marcos. A diferencia de muchos otros hoteles en los que es típico ser recibido con un simple “Hola Sr. Smith, aquí está su habitación”, en ILLA los huéspedes son realmente tratados como de la familia y esa sensación que se transmite es de esperar que sea recibida por todos sus huéspedes. Gracias a esa ideología y a esa visión, la revista TIME incluyó a ILLA en su última edición de World’s Greatest Places de 2018.
Viajar es una de las aficiones más bonitas que tiene una persona. Los viajes de lujo son, por otra parte, un tipo especial de viaje, no sólo porque los estándares aumentan, haciendo que el destino crezca como país y ciudad, sino por el hecho de que se co-crean muchos puestos de trabajo con cada pieza. En Ecuador, los viajes de lujo siguen creciendo y queda un gran espacio de crecimiento que todos los ecuatorianos están aprovechando mejorando su gastronomía con restaurantes como NUEMA, El Salnes, Pacha, entre otros hasta mejorar el nivel de los hoteles como se vio con ILLA y otros como el Hotel del Parque.