Hay ciertos momentos en la historia que son puntos culminantes en las personas y especialmente en los países. Uno de esos momentos cruciales en la historia de Ecuador es claramente su colonización de los españoles. A pesar de toda la historia en sí que implicó mucha violencia y sufrimiento, no debemos olvidar todo lo bueno y las huellas que nos dejó este momento histórico. El valor religioso a través del catolicismo romano es una de las cosas más importantes que ha dejado el Ecuador, así como todo el continente, desde su colonización e independencia.
El catolicismo romano sigue siendo la religión más popular y común del país y de todo el continente. Aparte de la fe y el empuje que es lo que mueve y motiva a los ecuatorianos cada día, esta religión ha aportado un valor tan rico y cultural al país. Por ejemplo, la cantidad de iglesias que hay en la ciudad y en el centro es impresionante. Todos y cada uno de ellos se caracterizan por pequeños detalles diferentes que los hacen destacar entre sí. Basta con ver La Compañía, una de las iglesias más hermosas de nuestro centro histórico de Quito. Esta iglesia está cubierta por completo de hojas de oro. Luego tenemos la catedral de La Basílica que a diferencia de La Compañía te sorprende por su arquitectura gótica y por las influencias de un arquitecto francés que plasmó su visión en esta iglesia.
Sin embargo, la arquitectura y la hermosa infraestructura no es lo único que le quedó a Quito, Ecuador. Muchas tradiciones han crecido y se han desarrollado a partir de esta religión. La Semana Santa, por ejemplo, es una de las fiestas más importantes que se celebran en el país y, sin duda, una de las más bonitas. Ya que estamos tan cerca de ella, hemos pensado que merece la pena compartir un post sobre su importancia y su valor.
La Semana Santa comienza siete días antes del domingo de Pascua y celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Para conmemorarlo, todo el país se ve desbordado por peregrinaciones, desfiles, entre otros. Para dar una visión completa de la maravillosa experiencia que es vivir la Semana Santa en Ecuador, este pequeño post lo explicará cronológicamente.
La semana comienza tras el Domingo de Ramos y los tres días siguientes se centran en la unción de Jesús, la predicción de su muerte y la traición de Judas. En estos días es donde duerme el país y encontrarás a muchos defensores en las iglesias acompañando a Jesús con su luto. Tras estos tres primeros días, llegamos al jueves, donde celebramos la última cena de Jesús. En este día los ecuatorianos deciden visitar a sus seres queridos que han fallecido con ofrendas. Una de las más bellas tradiciones que muchas familias aún conservan es la ofrenda de pan horneado especialmente para la ocasión. Es a través de estos pequeños detalles que los ecuatorianos queremos mostrar el respeto y el amor por aquellos que se han ido físicamente pero que han quedado en nuestros corazones. Después de entregar sus ofrendas, las iglesias de Quito y Ecuador abren sus puertas con los altares llenos de velas encendidas y a veces incluso fuera de las iglesias. Es más que recomendable que todos los visitantes realicen una caminata nocturna en este día tan especial para ser testigos de la devoción de los ciudadanos que recorren las calles de Quito.
Después de la última cena de Jesús tenemos el Viernes Santo. Se trata de una fiesta solemne para todo el país, ya que es el día en que todos los ecuatorianos conmemoran la crucifixión de Jesús. Para ello, se realiza el famoso Vía Crucis que recorre toda la ciudad, pero principalmente el centro histórico. Si usted es un visitante o un turista en este día y mira por la ventana se verá envuelto por el color púrpura, y las capuchas puntiagudas. ¿Qué representan tanto el color como el atuendo puntiagudo? Los cucuruchos. Son probablemente, si no la figura más importante de esta Semana Santa. La gente se disfraza de ellos como una forma de llorar la muerte de Jesús y mostrar penitencia por todos los pecados que han cometido. En algunos barrios este signo de mostrar arrepentimiento y penitencia se representa de una manera diferente donde hay algunas personas durante la peregrinación que deciden herirse ligeramente para mostrar su dolor. Presenciar estos desfiles y Vía Crucis es probablemente una de las cosas más bonitas que hacer en Ecuador durante estas fechas porque no sólo evidenciarás la cultura y la viveza de los colores sino la devoción de los ciudadanos que los reúne.
El sábado y el domingo son días sagrados para todo el país. Las misas se celebran en todo el país. Durante este fin de semana encontrará las iglesias llenas de devotos y si quiere participar en una de las misas, es más que seguro que disfrutará de un hermoso sermón acompañado de cantos melódicos.
Además de las celebraciones religiosas, no podemos dejar de lado nuestro apetito y por eso hay un plato creado por los ecuatorianos para celebrar toda la semana y es la exquisita y famosa “Fanesca”. Si estás en cualquier lugar de Ecuador, verás que en cada calle se ofrece una deliciosa fanesca y como vale la pena probarla te contamos su importancia y significado para que la disfrutes al máximo.
La fanesca es un plato especial que representa a los apóstoles de Jesús. Esta sopa elaborada con doce ingredientes autóctonos ecuatorianos sirve como símbolo del viaje de Jesús. Su contundencia y sabor se obtienen gracias a su preparación, que puede llegar a durar hasta siete días. La característica principal de esta sopa son los granos y lo que es especial es que todos y cada uno se pelan, al menos así lo hacían muchas familias en sus inicios. Algunos de los ingredientes de esta deliciosa fanesca son: lentejas, chochos (superalimento andino), maíz, calabaza, arroz, habas, queso, aguacate y más. Todos ellos deben cocinarse lentamente y algunos de ellos incluso por separado para que el caldo dé a los granos ese sabor tan especial que no se puede distinguir.
Está claro que la Semana Santa es una festividad y una época muy bonita en Ecuador, en la que se puede disfrutar de un pasado lleno de historia y valor a través de las diferentes celebraciones, desfiles e incluso manjares culinarios.
