Montañas, kichwa, comunidades indígenas, amazonía, Galápagos y playas, todo compactado en un solo país: Ecuador. Este hermoso país es el tipo de destino que uno no puede ver fácilmente en todos los blogs, ni en todas las revistas, como Francia o Italia. Algunos pueden interpretarlo como una desventaja, pero yo no. ¿Quieres saber por qué?
La respuesta es bastante simple, de hecho, estar fuera del radar termina siendo una caja llena de sorpresas y mi punto se demuestra con este post.
El título del tema de hoy es 24 horas en Ecuador. A estas alturas es probable que esperes un clásico recorrido a pie por la capital principal y luego un vuelo a las Galápagos, que es probablemente la principal razón por la que mucha gente viaja a Ecuador.
Afortunadamente este post no va a ser así porque estamos disrupted ¿no? Dicho esto, le invito a prepararse para una original, especial y hermosa aventura de 24 horas en Ecuador.
Sé que los horarios son aburridos y demasiado rutinarios, de ahí que haya decidido deleitaros contrastando dos escenas diferentes que pudimos presenciar al mismo tiempo, en el mismo lugar, Ecuador.
Escena 1:
Una familia ha decidido compartir su alegría en Quito en el Hotel Illa Experience, les intrigó su nombre, su concepto y los detalles puestos en cada pequeña decoración. Esperaban alojarse en un hotel bonito, pero “normal”. A pesar de ello, no esperaban verse abrumados por su historia y su pasado.
Después de visitar la ciudad de Quito durante el día, deciden volver a su hotel y descansar mientras disfrutan de una exquisita comida. Mientras disfrutaban de su tiempo a solas en el bar de la azotea, no esperaban que el cielo de Quito se convirtiera en un espectáculo. Los colores vivos, la paz, la energía, la Virgen del Panecillo en el centro; todo hizo que esa noche fuera tan especial. Fue en ese momento cuando se pudo comprobar cómo el nombre de Illa se personificaba de alguna manera. “Luz sagrada”, eso es lo que todos veían.
Tal vez te parezca que estoy exagerando, y me alegra mucho decir que es de noche. Era como si todos fuéramos uno con Illa y con el cielo. Esto es lo bonito de ser una ciudad desconocida entre tantas famosas, todo es tan especial; viajar se convierte en una experiencia más que en un destino del tipo “tacha tu lista”.
Escena 2:
Mientras Quito deleita a sus ciudadanos y a sus visitantes, las Galápagos no se quedan atrás. La fauna, la flora y la historia evolutiva son cosas hermosas que hacen que las Galápagos sean tan especiales y de alguna manera inmejorables. Espera, he dicho que Ecuador fue interrumpido, ¿verdad? Sí, lo hice, y aquí está la razón.
Justo en el momento en que crees que nada puede mejorar, lo hace. Un volcán en las islas comenzó a entrar en erupción, estallando y el magma en llamas se podía ver desde kilómetros de distancia. Ningún animal ni ninguna especie estaban en peligro, pero seguro que nuestro ritmo cardíaco se aceleró.
La ferocidad y la grandeza de la erupción hacían que uno se sintiera tan pequeño como un pez pero tan grande como el propio volcán. Fue en ese momento en el que todos fueron testigos de cómo la tierra y el cielo se unían en un espectáculo de luces y sombras. Increíble, ¿verdad?
” Así de sencillo, un pequeño pero imprevisible destino de viaje, eso es Ecuador. Un lugar perturbado, listo para dejarte sin aliento”
