Cuando se hospede en Illa, será recibido por el histórico San Marcos, en uno de los barrios tradicionales más acogedores de Quito. Su eje central atraviesa por la emblemática calle Junín. Durante generaciones, San Marcos ha sido el hogar de una comunidad dinámica de escritores, artistas y músicos, y su encanto actual le debe mucho a la comunidad de residentes. Los vecinos todavía se saludan en la calle, parando en la plaza para charlar en una cálida noche. Y a unos minutos a pie está la principal atracción del centro histórico, este barrio residencial es conveniente para los visitantes.
Tesoros escondidos: historia y arquitectura en San Marcos
Cuando se fundó San Marcos en 1580, se ubicaba a lo largo de los límites de la ciudad colonial original de Quito. Entonces, cuando camine por el área, imagine que el paisaje ahora urbano estaba originalmente salpicado de pequeños campos para cultivos y lotes para ganado. El área mantuvo sus arreglos coloniales hasta principios del siglo XX, cuando los tiempos difíciles obligaron a muchas familias propietarias a convertir partes de sus grandes propiedades en viviendas de alquiler.
Geográficamente, San Marcos comienza en la esquina de la calle Flores y la calle Espejo –lo que hoy es el Monasterio de Santa Catalina– y termina en el callejón sin salida en el extremo de la calle Junín. Santa Catalina es un convento; las monjas que viven allí tienen una pequeña tienda donde venden shampoo y remedios a base de hierbas a través de una puerta giratoria de madera. Cuando el presidente Gabriel García Moreno fue asesinado, las religiosas escondieron su cuerpo en el convento para protegerlo de sus enemigos políticos. En el período colonial, esta tierra perteneció al conquistador Lorenzo de Cepeda, y el edificio que ahora alberga al convento fue originalmente la casa familiar de Cepeda, construida en 1613. Si nos remontamos aún más en la historia, algunas fuentes sugieren que esta fue una vez la ubicación de un Aclla Huasi (un término quechua que significa “Casa de los Elegidos”), una residencia para mujeres que fueron designadas para entretener al gobernante Inca.
Muchos edificios en San Marcos albergan capas profundas de historia, ahora escondidas dentro de sus muros. A medida que continúe por la calle, notará que las fachadas representan una variedad de estilos arquitectónicos. La mayoría de las casas fueron construidas alrededor del año 1700, y si bien algunos edificios mantienen su apariencia original, muchos otros recibieron un cambio de imagen urbana a principios del siglo XX, cuando los quiteños querían lucirse como miembros del mundo moderno. Las casas remodeladas en ese período reflejan en gran medida la influencia de los estilos francés e italiano.
Qué hacer en San Marcos: Museos y talleres de artistas
El área es principalmente residencial, pero aún puedes encontrar suficientes restaurantes, museos y plazas para mantenerte ocupado durante tu visita En la esquina de Junín y Montufar, se encuentra un museo dedicado al legado del ícono de la época de la Independencia, Manuela Sáenz, la amante de Simón Bolívar. El Museo de Arquitectura de Ecuador incluye exhibiciones de la historia arquitectónica de Quito, así como una biblioteca. Un lugar que no te puedes perder es el Museo de Acuarela y Dibujo Oswaldo Muñoz Mariño. Siga la vida y obra de este notable artista a través de esta colección de paisajes y bocetos en acuarela.
Conocer las historias de San Marcos te llevará a través de siglos de historia. ¡No te pierdas la oportunidad de ser parte de ella! La calle está llena de artistas y artesanías. Pregunte por la casa de Jaime Zapata, pintor ecuatoriano cuya residencia funcionó como fábrica de pastas a principios del siglo XX. También notará los talleres de un artesano de guitarras, un carpintero, un restaurador de antigüedades y un grupo de impresores de serigrafía que llaman hogar a San Marcos. La iglesia del siglo XVII de San Marcos, así como la casa parroquial adjunta, han sido restauradas recientemente, y el cura local incluso ha abierto el vestíbulo como galería de arte público.